martes, 9 de mayo de 2017

CAPITULO 13 (SEGUNDA HISTORIA)





Paula observó furiosa, por algún motivo inexplicable. Cuando los dos se perdieron de vista, se dio vuelta con un sordo gruñido y comenzó a meter la toalla y la colchoneta de yoga en el bolso, intentando sacarse la furia de encima. Se había sentido tan bien después de la clase de yoga; luego vio al hombre que lo único que hacía era enfurecerla. ¡Siempre que lo veía perdía el equilibrio emocional! •Por qué no podía simplemente permanecer tranquila e impasible?


Durante toda la disputa, Abril y Carla habían permanecido unos metros más atrás. Incluso ahora, se miraron entre ellas y luego a Paula, mientras llenaba furiosamente el bolso con su ropa, su colchoneta y la botella de agua.


—-Estás pensando lo mismo que yo? —le preguntó Carla a Abril.


Abril asintió, con los ojos bien abiertos por la sorpresa.


—¿Vamos a comer una pizza? —le sugirió a Carla, que accedió de inmediato—. Y helado —añadió, por las dudas.


—Tal vez, incluso, chocolates —suspiró Carla, entendiendo perfectamente por lo que estaba pasando Paula.


Paula no las oyó, pero estuvo totalmente de acuerdo cuando estacionaron frente a un restaurante de pizza en lugar de regresar a la oficina. Se comió dos pedazos de pizza antes de siquiera recuperar un mínimo de tranquilidad.






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